Cuando te alejas de Guanajuato, después de haber vivido por más de un lustro ahí, no sabes si lo que viene es mejor o solo el inicio de una gran depresión.
Al salir de la habitación, dejé el candado colgando de una ranura que tenía la puerta. No lo cerré, pues Tiachi subiría a revisar si todo lo había dejado en orden. Al pasar por la sala, la encontré frente al televisor. — ¿Llevas todo? — me preguntó, la expresión en su rostro era diferente a la de cualquier otro día. — Sí, también he limpiado y tirado la basura —. Salí de ahí lo más rápido que pude, Ana me había acompañado...
— ¿Vamos a seguir o prefieres que terminemos? — ¿Como vamos a terminar? pensé, si no somos novios ...
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