Escucha esta boca que hace todo lo posible por no ofenderte, por no hacer tu vida más difícil, regresa cuando estés dispuesta a perdonar y se te perdone, vuelve cuando desees un beso, cuando necesites gritarle a alguien y el mundo te haya dado la espalda.
Asegúrate de ser la que no se humilla, la que no gime y llora en los brazos de su madre. Se la primera en olvidar las frases de ahora, las de otros días y las que jamás diremos, que tu seas la del adiós eterno, la primera dama de la indiferencia y la arrogancia.
De igual manera viste los colores de la primavera, los del verano y sus relucientes ocasos. Por las noches derrama lágrimas para acceder al mundo de los sueños, a los sueños de tu vida. Olvida a los Hombres que por ti rezan.
Viste esta piel que te extraña, hazlo cuando más lo desees, cuando necesites sudar el estrés de la semana y convulsionar tu cuerpo ayude. Toma este cuerpo que no te pertenece, viólalo, rásgalo con tus manos afiladas, sángralo hasta que desfallezca.
Aquí estoy aguardando tu estúpida obediencia, tus ojos de perro entrenado, y por favor define tu postura antes de que te llamen Justicia.
¿Justicia o Injusticia?
Alejandro Ledesma